Ficción o realidad, cada uno se autoevalúa y decide que hacer... o baja la mirada o actúa en defensa...
Ficción o realidad, cada uno se autoevalúa y decide que hacer...
o baja la mirada o actúa en defensa...👀
En el primer día de clase, el profesor de “Introducción al Derecho” entró al aula y lo primero que hizo fue pedir el nombre de un estudiante que estaba sentado en la primera fila:
-¿Cuál es su nombre?
-Mi nombre es Nelson, Señor.
-¡Fuera de mi clase y no vuelva nunca más!... gritó el maestro desagradable.
Nelson estaba desconcertado. Cuando volvió en sí, se levantó rápidamente recogió sus cosas y salió de la habitación.
Todo el mundo estaba asustado e indignado, pero nadie habló.
-¡Muy bien, vamos a empezar, dijo el profesor.
-¿Para qué sirven las leyes? preguntó el maestro
Los estudiantes seguían asustados, pero poco a poco empezaron a responder a su pregunta:
-Para tener un orden en nuestra sociedad.
-¡No! Respondió el profesor.
-Para cumplirlas.
-¡No!
-Para que las personas equivocadas paguen por sus acciones.
-¡No! ¿Alguien sabe la respuesta a esta pregunta?...
-Para que se haga justicia, una muchacha habló con timidez.
-¡Por fin! Es decir, por la justicia.
-Y ahora, ¿qué es la justicia?, pregunto el profesor.
Todos empezaron a molestarse por la actitud tan vil del profesor.
Sin embargo, continuaron respondiendo:
-A fin de salvaguardar los derechos
humanos …
-Bien, ¿qué mas?, preguntó el maestro.
-Para diferenciar el bien del mal, para recompensar a aquellos que hacen el bien …
-Ok, no está mal, pero respondan a esta pregunta:
-¿Actué correctamente al expulsar a Nelson del aula?.
-Todos estaban en silencio, nadie respondió.
-Quiero una respuesta por unanimidad!
-¡No! Contestaron todos con una sola voz.
Se podría decir que he cometido una injusticia?
-¡Sí!
-¿Y por qué nadie hizo nada al respecto? Para que queremos leyes y reglas, si no tenemos la voluntad necesaria para practicarlas?
Cada uno de ustedes tiene la obligación de hablar cuando es testigo de una injusticia.
¡No vuelvan a estar en silencio, nunca más! Vayan a buscar a Nelson, dijo.
Aprendamos que cuando no defendemos nuestros derechos, se pierde la dignidad y la dignidad no puede ser negociada
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